Hito Nº 1

Hito Nº 2

Hito Nº 3

Hito Nº 4

Hito Nº 5

Hito Nº 6

Hito Nº 7

Hito Nº 8

Hito Nº 9

Hito Nº 10

Hito Nº 5

Avenida Argentina Nº 230
Escuela Nº 2. Primera escuela de Neuquén. Derecho a la Educación y Derecho a la Memoria.
Historia del edificio de la Escuela Nº 2

1911

El 15 de mayo de 1911 se inauguró el edificio propio que ocupó todo el triángulo formado por la Avenida Argentina, Carlos H. Rodríguez y Diagonal Alvear. En sus inicios la escuela estaba rodeada de arenales y de los retoños de eucaliptos plantados en 1910 con motivo de la celebración del Día del Árbol.
La escuela era una construcción sólida, de paredes anchas, altas ventanas y puertas de madera, con escalinatas en la entrada. En el ingreso se encontraba la dirección, luego un salón principal grande donde formaban los alumnos –allí estaba el piano- y las aulas a los costados. Sobre la Diagonal Alvear –al lado de la casa del director-, tres aulas más y la casa del portero. Posteriormente se construyeron más aulas sobre Carlos H. Rodríguez.
Los pisos eran de madera de pinotea que, con el transcurso de los años, se iban agrietando, dejando pequeñas hendijas por donde se caían, para no recuperarlos más, lápices, gomas, sacapuntas. Los pisos también hacían ruido y levantaban polvareda al correr. Los patios eran de tierra y arena y las niñas y niños jugaban a la rayuela, las bolitas, el hoyito, las figuritas, la payana, la pelota y el huevo podrido. La calefacción era a leña con una salamandra en cada aula. Recién en 1959, por gestión de la comisión de ex alumnos, se instaló la calefacción a gas. A veces se cerraba la escuela para desinfectarla por los murciélagos. En 1975 se inauguró el nuevo edificio en la Avenida San Juan Nº 50, donde actualmente continúa funcionando.
En 1978 –durante la última dictadura militar- se demolió y desapareció el querido edificio, y solo quedó en pie la casa del director, sobre la Diagonal Alvear.

1889-1978

Biografía del director y maestro Lucas Evaristo Lucero

Lucas Evaristo Lucero nació en San Luis el 11 de mayo de 1889. Cursó sus estudios en la Escuela Normal de Maestros de su provincia y, una vez recibido, se trasladó al sur del país. Se desempeñó primero como docente en La Pampa, posteriormente en Río Negro y en 1922 ocupó la dirección de la Escuela Nº 10 de ChoeleChoel. Contrajo matrimonio con María Isabel García, maestra de manualidades, que junto con él se dedicaba a la docencia. Del matrimonio nacieron cuatro hijos: Eva Lidia, Dora Elsa, Ricardo Alcides y Marta Susana. Las mujeres, como sus padres, siguieron la carrera docente.
En 1926 fue trasladado a Neuquén como director de la Escuela Nº 2 y ocupó ese cargo desde 1926 hasta su jubilación en 1943.
Don Evaristo contó entre el plantel docente del establecimiento con las señoras Elvira S. de Ramón, Evangelina de Palma, Delia Masciovecchio de Brizuela, Blanca Guiñazú de Cháneton, Dolores de La Torriente, Catalina K. de Barbará, Teresa Escalante, Luisa F. de Bustamante, Dora López, Dora de Cechi, Juana Lucero de Álvarez, Nélida de Ruiz, Clodulfa Fernández de Bustamante y María Rosa Orozco de Soler. El portero era el señor Cosme Montes de Oca.
Don Evaristo fue un ejemplo de rectitud, compromiso y solidaridad, no solo desde su labor de docente, sino con toda la comunidad. Fue socio fundador e integrante de la Biblioteca Popular Juan Bautista Alberdi, la Cooperativa Escolar Conrado Villegas, el Patronato de Encarcelados de la U9 y director y maestro de la primera escuela nocturna de adultos.
En 1932 fue elegido concejal municipal, bajo la presidencia comunal de Evaristo Santamaría, pero debió renunciar por la disposición del gobierno nacional que prohibía a los maestros y directores de escuelas ejercer cargos políticos.
Entre 1947 y 1950 integró la Comisión de Especulación y Agio de la gobernación, con el fin de controlar los precios de los productos de primera necesidad y evitar los abusos por parte de los comerciantes.
Falleció en nuestra ciudad el 25 de septiembre de 1978 a los 89 años.

“Por esta escuela pasaron generaciones y generaciones de neuquinos y neuquinas”

-Escuela Nº 2-

A principios del siglo XX, la mayor parte de la población de Neuquén era analfabeta. Durante 1903 –antes del traslado de la capital a Neuquén- los vecinos y vecinas reclamaban al gobierno nacional la creación de una escuela primaria en nuestra ciudad.
La Escuela Nº 2 fue la primera escuela primaria de Neuquén. Allí se educaron generaciones de vecinos y vecinas, y se consolidó el derecho a la educación en nuestra ciudad gracias al desarrollo de este establecimiento y del abnegado compromiso de maestras y maestros. A lo largo de su historia, la Escuela Nº 2 fue formadora de la cultura neuquina y promotora de una intensa actividad cívica. Entre sus paredes albergó los sueños de transformar el desierto en una gran ciudad.
Su desaparición fue inexplicable. En 1975, luego de 74 años, se trasladó a un nuevo edificio. Tres años después –en 1978- las autoridades militares de la última dictadura destruyeron el viejo edificio sin dejar registro ni memoria del hecho. Sin embargo, los recuerdos no pudieron borrarse. Con la recuperación de la democracia, en las viejas plazas, en los nuevos cafés, volvieron a escucharse los relatos de la vieja y querida escuela. Un siglo después de su inauguración, la Escuela Nº 2 continúa funcionando en su nuevo edificio. Este hito resalta la importancia del acceso a la educación pública y el valor de recuperar la memoria colectiva para construcción de la identidad de nuestra ciudad.
Esta escuela fue el lugar donde las primeras generaciones de neuquinos y neuquinas pudieron ejercer su derecho a la educación. Pero la Escuela Nº 2 también fue un lugar donde acceder a otros derechos.
En 1927 se creó la Cooperadora Escolar Conrado Villegas (ubicada en Yrigoyen 160), donde almorzaban diariamente 200 alumnos, muchos de los cuales solo recibían ese alimento durante todo el día. Ese año empezó a funcionar la primera escuela de adultos que, a partir de 1949, fue la Escuela Primaria de Adultos Nº 1. Concurrían empleados públicos (policías, empleados de bancos, carteros) para terminar los estudios primarios y de ese modo ascender laboralmente. La escuela se fue convirtiendo en el centro de la irradiación cultural y educativa de la ciudad.
Desde allí también se promovió la creación de la primera biblioteca popular, Juan Bautista Alberdi. Además se realizaron audiciones radiales y se creó un teatro de títeres, el club de niños jardineros, el costurero escolar, el centro de filatelia, la biblioteca escolar y el lugar de entrega de la libreta de ahorro postal y centro de las primeras reuniones de la Asociación Neuquina de Docentes que junto a otros gremios provinciales fueron el antecedente de ATEN.

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