El Bosque de la Vida se inicia con el aporte material, moral y espiritual de las siguientes entidades:
Corriente de Militantes de Derechos Humanos; Madres de Plaza de Mayo; Pastoral Social del Obispado de Neuquén; APDH (Neuquén); Municipalidad de Cipolletti; Municipalidad de Neuquén; Subsecretaría de Medio Ambiente Municipalidad de Neuquén; Central de Trabajadores Argentinos; Colegio de Psicólogos; Cablevisión del Comahue; Calf; Banco Credicoop (sucursal Cipolletti); Escuela Superior de Bellas Artes; Facultad de Ingeniería (U.N.Co); Departamento de Proyectos (U.N.Co).
El Bosque de la Vida es un espacio de reflexión dentro del campus universitario, de toma de conciencia y de compromiso permanente con los derechos humanos. Hoy el Bosque tiene 52 árboles, uno por cada desaparecido y es presidido por otros dos árboles de la especie Ginkgo Biloba, de origen chino, que son famosos por su longevidad y por poder resistir en pie, sin pérdida de identidad, todas las catástrofes naturales que han sufrido. También hay una estructura de postes sulfatados, sogas y una placa que recuerda las violaciones a los derechos del hombre cometidas en la Argentina en los últimos años.