Dejo tu casa. Dejo tus mañanas. Dejo todas las ilusiones que juntos juramos alcanzar. Dejo esta sonrisa anclada en un rincón. Pues el amor se vuelve dolor. Y hoy, hoy ya no soy yo. Dejo mis silencios para que los llenes de palabras. Dejo mis caricias para que los hagas recuerdo. Y luego olvido. Dejo por un momento nuestro sendero. Pues afuera ya es hoy. Quédate tranquila, el destino nos enseña algo mejor.