Hito Nº 1

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Hito Nº 3

Hito Nº 4

Hito Nº 5

Hito Nº 6

Hito Nº 7

Hito Nº 8

Hito Nº 9

Hito Nº 10

Hito Nº 8

Roca y Rioja
Verdad y Justicia. Primera marcha de Derechos Humanos en Neuquén en la última dictadura militar (1976-1983). Organismos de Derechos Humanos.

14/8/1980

“Tenemos que ganar la calle para defender la vida y la libertad”

-Organismos de derechos humanos para la primera movilización contra la dictadura-

El mediodía del 14 de agosto de 1980, en nuestra ciudad, para muchos fue un día más. Sin embargo, transcurridos los años, no fue una fecha cualquiera: la lucha por los derechos humanos y la justicia salía a la calle en Neuquén. Pronto se instalaría en la Avenida, en el Monumento y a los cuatro vientos.
Ese día, en esta misma esquina, un pequeño grupo de veinte personas realizaron la primera movilización en el interior del país contra el terrorismo de Estado, reclamando justicia. Silenciosas, al parecer imperturbables aunque seguramente intranquilas, bajo un cartel que un día quedaría chico pero que ese día lucía excesivo, estrafalario, insolente, desafiaban el terror y daban el ejemplo para las futuras generaciones del valor y el coraje cívico en la defensa de la vida y la libertad.
Cinco de los manifestantes entregaron un petitorio en la Casa de Gobierno. Allí estaban las autoridades recibiendo la visita de altos militares del Quinto Cuerpo de Ejército. Perturbado, el gobernador militar general Domingo Trimarco mandó martillar las armas a la Guardia de Infantería y rodear a los manifestantes. Sorpresivamente se escuchó un silbato, una orden, y los veinte o treinta policías reingresaron al patio de la Gobernación.
Seguramente el pequeño grupo se veía demasiado pequeño, “insólito”. Parecía absurdo pensar que pudiera multiplicarse. Sin embargo, llegó el día. La chispita se convirtió en llama permanente y el grupito, en muchedumbre; en todo un pueblo luchando por la Verdad y la Justicia, exigiendo “aparición con vida”, “juicio y castigo a los culpables” y haciendo suyo el “Nunca más” en nuestra ciudad.
Aquel día estaban presentes: Betina, Cristian y Noemí Labrune; Inés y Oscar Ragni; Lolín, Toto y Ana Rigoni; Patricia y Carlos Roca; Ana María Chaina; Horacio y Ricardo Ventura; Liliana Paredes; Adelina de Pifarré; Norma Luna; Feliciana Pichulman; Tránsito Lamunier; Aurelio y Rogelio Méndez; María Magdalena Bamonde; Alicia Cintas; Luis Velázquez y don Jaime de Nevares.

El 24 de marzo de 1976 comenzó la última dictadura militar en nuestro país. Nuestra región, como la patria toda, fue víctima del terrorismo de Estado, sufriendo secuestros, torturas y desapariciones.
En diciembre de 1975 se creó en Buenos Aires la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) y unos meses después –mayo de 1976- se fundó la delegación Neuquén y Alto Valle de la APDH. Fue la primera delegación de este organismo en el interior del país.
La APDH se reunía semanalmente en el Club del Soldado, dependencia del Obispado de nuestra ciudad. En medio de la desolación y el miedo, fueron quienes recibieron las primeras denuncias de sobrevivientes y familiares, acompañándolos en la búsqueda de los secuestrados, reclamando ante las autoridades militares, dándoles contención y registrando minuciosamente las denuncias para ser presentadas ante la Justicia y organismos internacionales.

La resistencia durante la dictadura militar

-Los organismos de derechos humanos en Neuquén-

24/4/1976

En 1977, un grupo de familiares de las víctimas se organizó bajo el nombre de Comisión de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, entidad que se había formado a nivel nacional. Mientras tanto, el 30 de abril de 1977 comenzaron las rondas de un grupo de madres, reclamando con su presencia en Plaza de Mayo, en Buenos Aires, por sus hijos desaparecidos. Así tuvo su origen la Asociación de Madres de Plaza de Mayo. En Neuquén en 1978, la entidad se constituyó como grupo local participando en las marchas neuquinas con los pañuelos blancos en sus cabezas, símbolo de esta lucha.
En 1982 se institucionalizó la filial Neuquén y Alto Valle de la Asociación Madres de Plaza de Mayo. Hasta el final de la dictadura, estas organizaciones, junto con la APDH y el apoyo de don Jaime y la Iglesia neuquina, trabajaron integradas por la defensa de la vida y la búsqueda de verdad y justicia.
Neuquén fue una de las pocas ciudades del interior del país donde se realizaron innumerables y masivas marchas y concentraciones durante la dictadura militar. También se cumplió el ayuno que tuvo lugar en el interior del país para reclamar por la aparición con vida de los desaparecidos. Además, fue la primera que visitó el premio nobel de la paz Adolfo Pérez Esquivel cuando le otorgaron dicha distinción.

9/4/1984

Los organismos de derechos humanos en democracia

A pocos meses de la recuperación de la democracia -9 de abril de 1984-, Noemí Labrune, de la APDH, junto a seis sobrevivientes de La Escuelita, las comisiones legislativas de Derechos Humanos de Neuquén y Río Negro y algunos medios de comunicación efectuaron por primera vez el reconocimiento del edificio de La Escuelita.

Posteriormente la Justicia probó la existencia de este centro clandestino de detención y tortura, que fue demolido por el Ejército y cuyas bases aún permanecen.
En 1987 la delegación Neuquén se desligó de la APDH nacional constituyéndose en Asamblea por los Derechos Humanos de Neuquén.
Luego del histórico juicio a las juntas militares, la lucha por la verdad y la justicia volvió a congelarse con la aprobación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, y el posterior indulto firmado por el presidente Menem, que dejaba libres a los que hasta ese momento habían sido juzgados.
No obstante, los organismos de derechos humanos, junto a un pueblo conscientemente movilizado, repudiaron fuertemente estas medidas y continuaron su lucha con diversas estrategias que apuntaban a saltar el muro de impunidad.
Producto de esa lucha, en 2004, el Estado nacional a través de sus tres poderes asumió la responsabilidad de la búsqueda de verdad, memoria y justicia. El primer hito fue la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final. En el 2008 se desarrolló ante el Tribunal Oral Federal de Neuquén el primer juicio por terrorismo de Estado en nuestra región. Fueron condenados los ocho imputados; siete de ellos recibieron una condena de entre 20 y 25 años. El segundo tramo del juicio (2011-2012) involucra a 24 represores acusados de delitos de lesa humanidad en perjuicio de 38 víctimas. El total de casos juzgados, en sucesivas etapas, supera el centenar. En este 2020 comenzará el séptimo tramo del juicio a represores acusados de delitos de lesa humanidad.

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