A partir de 2018 las nuevas construcciones en la ciudad deberán incluir propuestas de edificación que puedan categorizarlas como sustentables. A través de diferentes parámetros que quedaron plasmados en la reglamentación de la ordenanza 13.515, los nuevos proyectos podrán desarrollar variables de eficiencia energética para contribuir con una ciudad sustentable. A cambio, desde el municipio se los premiará con descuentos en las tasas y se les podrá autorizar una mayor superficie de construcción.
Rubén Etcheverry, secretario de Modernización, detalló que los edificios se categorizarán de acuerdo a su sustentabilidad. “Es como se hace con los electrodomésticos. Tendrán la letra A los de mayor eficiencia e irá hasta la F que sería el de menos eficiencia”, comentó el funcionario y agregó “hay muy pocas ciudades en el país, Neuquén es una de las primeras que lo está aplicando junto a Rosario”.
Respecto a los beneficios impositivos dijo que “para el costo inicial de la obra que es la tasa de construcción puede llegar hasta un 50 por ciento de descuento, habrá hasta un 10% de descuento en la tasa de los retributivos si se mantiene esta clasificación de sustentable y además la posibilidad de construir un 20 % más de metros cuadrados sino se superponen con otras normas”.
El secretario remarcó que se aplicará en los edificios nuevos, pero los ya terminados podrán ir adaptándose a estas reglas. “Es una norma que se pensó ir aplicando de manera gradual, en donde se plantearán variables de carácter obligatorio y otras voluntarias, pero a partir de 2022 será obligatorio para obras nuevas y ampliaciones nuevas de más de 1.000 metros cuadrados”.
“Para la evaluación de la eficiencia de las construcciones se plantean 6 variables una es la ubicación e implantación de la vivienda, otra que tiene que ver con la energía que se consume para la calefacción o enfriamiento, el tratamiento de las aguas, el tratamiento de los residuos, los materiales envolventes del exterior que funcionan como aislantes térmicos y los techos verdes o terrazas verdes. Es complejo pero dependerá también del tiempo e ir mejorando en etapas”, resumió Etcheverry.
Se incluye a los edificios nuevos y ampliaciones nuevas destinados a edificios públicos o privados o a vivienda multifamiliar, oficinas, estudios, consultorios profesionales, salones comerciales, clínicas, sanatorios, hospitales, supermercados, hipermercados, centros comerciales, auditorios, cines, boliches bailables, hoteles, teatros e industrias.
“El camino que se inicia con esta reglamentación se entiende como un cambio cultural en los procesos constructivos donde el objetivo principal reducir el consumo de energía primaria y las emisiones de CO2 a la atmósfera debido a la actividad constructiva y al uso de los edificios”, dijo Etcheverry.
Para llegar a esta reglamentación se conformó una comisión de trabajo en la que participaron más de 30 profesionales. “Estuvimos seis meses trabajando y ahora la reglamentación irá al Concejo Deliberante para su aprobación final tal como se había acordado”, dijo el funcionario.
Hubo más de 20 reuniones en subcomisiones, y paralelamente se desarrollaron y organizaron diferentes charlas con expertos . Participaron de este trabajo el arquitecto Daniel Czajkowski investigador del CONICET y docente de la Universidad Nacional de La Plata, técnicos del EPAS, de CALF y Gwall de jardines verticales. También se coordinaron visitas al complejo INTA Plottier y al edificio ubicado en calle las Violetas y Leloir, y se mantuvo una video conferencia con el área de la Municipalidad de Rosario que ha implementado la norma aspectos higrotérmicos y demanda energética de las construcciones.