La subsecretaría de Fiscalización Externa clausuró la madrugada del domingo una fiesta electrónica privada que se estaba desarrollando en el club Santafesino. El titular del área, Gustavo Orlando, explicó que se trataba de un evento en el cual se vendían entradas y bebidas alcohólicas. “Esta es una ciudad en la cual hay mucha juventud y mucho movimiento nocturno, lo único que pedimos para cuidar a quienes asisten a este tipo de lugares es que se formalicen los permisos”, dijo.
El funcionario explicó que comúnmente se realiza un seguimiento en las redes sociales de este tipo de iniciativas y “teníamos datos de que se estaban realizando fiestas clandestinas. A las 3 de la mañana nos encontramos con un evento importante, con mas de 300 personas y ningún tipo de permiso o autorización, entonces se procedió al desalojo y a la finalización, no clausuramos el club porque lo que se clausura es la actividad”.
En ese sentido, precisó que el acta de infracción se le labró al concesionario del club y no a sus dueños. De acuerdo a Orlando, los organizadores serían los propietarios del bar Waikiki, clausurado en tres oportunidades por la dirección por funcionar como local bailable sin habilitación.
“Se trata de gente que siempre salta la verja por el lado que no corresponde”, aseguró, y estimó que “si ayer sucedía algo, no había policía, no había seguro, no había ambulancia, y justamente ahí es donde apuntamos nosotros”.
“Nadie dice que en el Santafesino no se pueda hacer una fiesta, capaz que se puede si el salón cumple con las normas de seguridad, con puertas de emergencia, matafuegos, todo lo que se pide para un evento que se hace en la ciudad”, añadió.