La dirección de Calidad Alimentaria de la Municipalidad de Neuquén enterró esta mañana 630 kilogramos de carne de cerdo que habían sido secuestrados por no poseer ningún tipo de certificado sanitario sobre su origen.
Francisco Lebed, responsable del área, explicó que la mercadería “corresponde a una carnicería ubicada en la esquina de Mitre y Linares, que fue clausurada en su momento por el municipio por falta de higiene y por la presencia de un sector del comercio donde se elaboraban chacinados y no contaba con habilitación”.
“Además de la suciedad que encontramos en el comercio, estos 600 kilos de carne no tenían sus correspondientes sellos sanitarios. Esta situación genera inmediatamente la sospecha de que se trataría de faena clandestina, por eso se procedió al decomiso y hoy al entierro de la misma”, agregó.