Retuvieron registros y vehículos a 28 conductores alcoholizados

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Los operativos de alcoholemia arrojaron 28 casos positivos, "una cifra     (Foto: Beto Delloro)
Los operativos de alcoholemia arrojaron 28 casos positivos el fin de semana: “Tenemos que tomar conciencia de que no hay que manejar si tomamos alcohol”, insistió el subsecretario de Coordinación, Francisco Sánchez. (Foto: Beto Delloro)

A veintiocho conductores los inspectores municipales les retuvieron sus registros y secuestraron los vehículos durante el fin de semana, por manejar bajo los efectos del alcohol. El nivel más alto de intoxicación ascendió a 1,36, aunque “suponemos que una mujer, a quien no se le pudo practicar el test porque no estaba en condiciones ni siquiera de soplar la pipeta, superaba ampliamente ese registro”, indicó el subsecretario de Coordinación, Francisco Sánchez.

De los 28 casos positivos, 24 correspondieron a automovilistas y los restantes a motociclistas, que superaron los 0,2 gramos de alcohol por litro de sangre (g/l). Para los conductores de vehículos particulares, la tasa máxima de alcoholemia hasta ahora admitida es 0,5 g/l.

Estos operativos se desarrollaron en la madrugada del domingo, con el acompañamiento de efectivos policiales de las comisarías Primera y Segunda. “Estamos trabajando coordinadamente, y eso nos ayuda muchísimo porque hay muchas situaciones que se generan cada vez más riesgosas, cada vez más peligrosas con personas que cada vez respetan menos no solamente las normas de tránsito, sino también las indicaciones de los inspectores de tránsito”, explicó Sánchez.

El funcionario destacó que el número de conductores a los que les dio positivo el test “es importante”, y llamó la atención respecto a que “los neuquinos tenemos que tomar conciencia de que no debemos manejar si consumimos bebidas alcohólicas porque alteran nuestras facultades psico-motrices”.

En este sentido, relató el caso de la mujer, “de unos 25 años de edad, que quedó demorada por la Policía porque estaba tan alcoholizada que no podía soplar la pipeta, no estaba en condiciones de decir su nombre ni coordinaba para buscar los documentos de su auto. De no haberla detenido, pudo haber producido situaciones de gravedad” en la vía pública.

Entre otros efectos, el consumo excesivo de alcohol reduce los reflejos así como la agudeza visual y aumenta la sensibilidad al deslumbramiento; los movimientos se vuelven torpes dando lugar a zizagueos o desviaciones de los vehículos; aumenta el tiempo necesario de reacción ante un peligro inesperado y como se pierde el autocontrol, las personas pueden volverse agresivas e irritables.