Talleres gratuitos de break dance, actividad física, murga y cocina se dictan a niños y jóvenes en distintos barrios de la ciudad, organizados por la dirección Prevenir de la subsecretaría de Derechos Humanos y Sociales.
En la escuela Nº193 del barrio San Lorenzo Norte continúan desarrollándose las clases de Break Dance los lunes de 10 a 12 y los martes de 14 a 16, mientras que las de actividad física se llevan a cabo en el polideportivo Gigante del Este de Provincias Unidas, los lunes y miércoles de 18 a 20. Por su parte, el taller de cocina tiene lugar los miércoles de 17.30 a 19 y el de murga se realiza los jueves de 17.30 a 19.30, ambos en las instalaciones de la escuela Nº136 del barrio Confluencia.
La directora de Prevenir, Alejandra Prieto, expresó que “estos talleres apuntan a fortalecer y ampliar el universo cultural de los niños, abriendo espacios que permitan la apropiación de diversas manifestaciones de la expresión artística local, nacional y universal junto con la adquisición de las herramientas necesarias para la producción creativa desarrollando de manera integral las capacidades de expresión”.
“Al brindar estos espacios -manifestó- estamos haciendo que nuestros jóvenes tengan un lugar donde capacitarse y divertirse, alejándose de las cosas que no le hacen bien a su vida”, explicó Prieto, quien recordó que “nuestro propósito es prevenir y concientizar a la sociedad sobre los riesgos que genera el consumo de sustancias psicoactivas y avanzar en conjunto para lograr un mundo más sano y mejor para todos”.
Prieto consideró que “estas actividades crean un ambiente familiar porque los chicos son acompañados por sus padres o hermanos y por ejemplo en el taller de cocina, además de pasarla bien, los chicos logran mayor confianza en sí mismos y juegan a hacer ellos mismos lo que ven hacer a su mamá todos los días, para compartir lo que preparan en la clase con sus seres queridos. Es un espacio ideal para que desarrollen sus sentidos, donde aprenden sobre nutrición, higiene y las propiedades y procesos de producción de las comidas, como una manera de borrar las fronteras entre el juego, la necesidad y la utilidad”.