Este domingo concluye la muestra del grupo colectivo Mondongo, que en los dos meses de puesta en el Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA) de Neuquén fue visitada por alrededor de 100.000 personas, entre ellas cientos de chicos de escuelas primarias y secundarias, incluso de otras provincias. “El éxito de la convocatoria se debe a que es atractiva para quienes no conocen nada de arte por los retratos impactantes y grandes, algunos de más de tres metros de altura, y también para los expertos por su síntesis conceptual”, dijo Oscar Smoljan, director del espacio cultural.
Smoljan indicó que se trata de una de las exposiciones más visitadas en los últimos años, y por ser la primera vez que la muestra sale al interior del país, convocó a la comunidad que aún no la conoce a concurrir al MNBA, que estará abierto hasta las 20 de hoy, y mañana y el domingo, de 16 a 20.
En reemplazo, el MNBA abrió al público neuquino “Saltando Muros”, una convocatoria iberoamericana de proyectos fotográficos en la que intervienen 19 jóvenes seleccionados de entre 50, de España, Argentina, Chile, Brasil, México, Ecuador, Perú, Uruguay, Puerto Rico y República Dominicana.
Las obras de Mondongo están realizadas con comestibles, lana, cera de vela o plastilina. Algunos de los retratos están están hechos sobre base de madera con hilos de algodón o con un materiales menos convencionales, como carne ahumada. Sus trabajos han sido adquridios por algunos de los museos más importantes del mundo, como el MOMA de Nueva York o la Tate de Londres.
“Vinieron muchísimos colegios de Neuquén y de Río Negro, hacían cola”, señaló Smoljan dando una idea de las expectativas que abrió la exposición en la comunidad educativa e introdujo un elemento más de interés: “lo curioso es que a los chicos los traían las escuelas y los fines de semana eran los chicos los que traían a sus padres de tan impactados que quedaban por lo visual”. Por caso, citó que para hoy está prevista la llegada de alumnos de una docena de escuelas primarias.
“El hecho de que uno de los integrantes de Mondongo, Manuel Mendaña, vivió sus primeros seis años de vida en Neuquén despertó el interés de los neuquinos en cuanto a qué particularidad de la región podía verse reflejada en la obra”, adujo en relación a la masividad de público.
Otro factor de la convocatoria se produjo por “el fuerte mensaje que produjo Mondongo cuando en 2001 los reyes de España pagaron con euros una obra que ellos efectuaron con espejitos de colores: repararon de algún modo una deuda histórica”.