Pocas ciudades en el mundo tienen humedales urbanos como Neuquén Capital, en el barrio San Lorenzo, el cual es de gran valor ecológico e importante biodiversidad. Es lugar de descanso y de apostadero de aves, entre ellas cisnes de cuello negro, gallaretas, tordos y pollas de agua, a las que se acaba de sumar una nueva, el Playerito Pectoral.
La laguna es el resultado de la acción antrópica desarrollada mediante la extracción de áridos para la obra de ampliación del Aeropuerto, durante las décadas del ’60 y ‘70. Por estas acciones, una vez finalizada la extracción, el agua subterránea afloró a la superficie rellenando la depresión generada.
Siendo una de las cinco áreas protegidas de la capital neuquina, en la laguna de San Lorenzo profesionales de Educación Ambiental han registrado en el año 2022 la visita por primera vez del Playerito Pectoral (Calidris melanotos).
La Laguna San Lorenzo puede ser recorrida a través de un sendero de baja dificultad que cuenta con una longitud de 1320 mts, y se encuentra equipado con cinco estaciones interpretativas donde a traves de cartelería informativa se puede conocer el valor ambiental del sitio, realizando un recorrido ameno en contacto con la tranquilidad del lugar, reconociendo los orígenes de la laguna y su importancia ecológica, donde destacan las principales especies de aves que pueden observarse.
Este espacio, es considerado un importante humedal urbano de apariencia natural, con un gran valor desde los puntos de vista recreativo, paisajístico y educativo.
¡La Laguna nos protege!
Además de sus caracteristicas como ecosistema natural, la laguna posee un rol fundamental en la prevención de inundaciones, transformándose en una contención al momento de la recepción de las torrenciales lluvias de la región (integrada al sistema pluvioaluvional Rhode).