Relojería - Joyería Buenos Aires

Relojería – Joyería  Buenos Aires se fundó en el año 1957.

Remo Bonelli, su creador, estudió un año en Buenos Aires y se recibió de “Técnico Relojero”. Por aquellos años era difícil sostenerse en la Capital, la solución a eso fue trabajar arreglando relojes día y noche, pasando noches enteras sin dormir para poder cumplir su sueño.

Al principio la Relojería  funcionaba en Mitre 347, al lado de donde está ahora, ese local mi padre lo alquilaba a mi abuelo. Con el correr de los años, le compró a su padre el terreno y construyó su propio local en Mitre 351, donde funciona actualmente, y su vivienda arriba, como se usaba por aquella época.

Relojería -Joyería Buenos Aires nació como un negocio familiar y sigue siéndolo hasta la fecha. Remo Bonelli junto a su esposa Elisabeth Anrather trabajaron juntos toda su vida en él, de ese matrimonio nacieron Myriam, Cristina; Silvia y Alicia Bonelli, nosotras también trabajamos en “La RELO”, como le decimos cariñosamente, en algún momento de nuestras vidas. Mis hermanas luego se dedicaron a sus propios proyectos y yo, Alicia Bonelli, continúe hasta hoy con el proyecto de mi padre. Actualmente me acompañan, Carina Anrather, mi prima, (queda demostrado que sigue siendo un negocio familiar) y Lorena.

Relojería -Joyería Buenos Aires vio crecer a Neuquén, al principio funcionaba la Terminal de Ómnibus en la cuadra, eso le dio mucho empuje al negocio, y no tan solo se vendían relojes sino todo lo que los viajeros necesitaban, recuerdo que vendíamos cañas de pesca, bicis, radios, electrodomésticos, artículos de electrónica y todo lo que el Neuquen pujante necesitaba. La gente que trabajaba en el Chocón, también nos visitaba y nos impulsaba a seguir añadiendo nuevos artículos y creciendo.

Por aquella época, la temporada de cosecha, era una fiesta, los chacareros venían a llevar artículos y regalos para sus familias. A lo largo de los años hemos ido transformándonos ante las distintas necesidades de los pobladores neuquinos.

Aún hoy me emocionan los clientes, viejos amigos de mi papa, que nos siguen visitando y recordamos el Neuquén del ayer: Enfrente, donde hoy está el Museo de Bellas Artes, estaban las “Colonias”, barrio de los ferroviarios. La calle era de tierra, y cambió varias veces de sentido, pasaban los vendedores ambulantes  vendiendo leche en tambos, “pescado fresco!!!”, decía por altoparlante el pescador, también recuerdo que pasaba el carro de verdura tirado a caballo.

Hoy en día continuamos ofreciendo el servicio de taller de relojería, joyería y grabados. Como también la venta de relojes, joyas, accesorios, regalaría. Siempre intentando satisfacer a quienes nos eligen desde hace mucho, o para la gente nueva de Neuquen que recién nos descubre.

Mucho tiempo pasó, muchos amigos clientes también, y estamos orgullosos de seguir trabajando con tanta pasión y amor desde el primer día (y fue hace mucho).

AMOR POR LO QUE HACEMOS Y LA FAMILIA, es lo que nos definió desde un principio y y sigue haciéndolo.

Alicia Elisabeth Bonelli Anrather.

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