Hito Nº 1

Hito Nº 2

Hito Nº 3

Hito Nº 4

Hito Nº 5

Hito Nº 6

Hito Nº 7

Hito Nº 8

Hito Nº 9

Hito Nº 10

Hito Nº 10

Brown Nº 47
Los Derechos de los Trabajadores. La huelga de El Chocón en 1969-1970 y sus repercusiones en la ciudad.

“La dignidad de los trabajadores de El Chocón no se negocia”

Última asamblea de la huelga de El Chocón

La represa Chocón-Cerros Colorados no era una edificación más. Los medios de comunicación nacionales titulaban la noticia como “La obra más importante del siglo”.
Más de tres mil trabajadores llegaron de todos los puntos del país con las mismas expectativas de futuro y porvenir con las que una vez lo hicieron nuestros pioneros, y al igual que ellos tuvieron que apelar a un enorme coraje para resistir las precarias condiciones de trabajo y lograr terminar la obra en el tiempo estipulado.
Durante el período de diciembre de 1969 hasta marzo de 1970 aconteció una de las huelgas más importantes de la región, en un contexto nacional convulsionado por las luchas obreras contra la dictadura de Onganía y el colaboracionismo de la conducción de la CGT de Azopardo. El “Choconazo”, como fueron conocidas estas huelgas, despertó en el pueblo de Neuquén una amplia red de solidaridades, encabezada por la Diócesis neuquina. A las 6 en punto, todas las mañanas, aparecía en su estanciera don Jaime de Nevares con dos bolsas de pan para la olla popular.
Junto con la Iglesia, las primeras asociaciones gremiales y estudiantiles y el resto de los habitantes de la ciudad confluían en el Comité de Solidaridad ubicado en la sede del Sindicato de La Fraternidad, que funcionaba exactamente en este lugar. De aquí salieron decenas de camiones con alimentos, frazadas, colchones, libros, juegos y ropa para los obreros y sus familias que permanecían incomunicados en la obra.
Este hito recupera el coraje de los trabajadores de El Chocón y la solidaridad de los habitantes de la ciudad que ayudaron y se identificaron con los trabajadores de la obra “más importante del siglo”.

13/03/1970

La obra del siglo, vergüenza nacional del siglo

Las condiciones de vida de aquella zona eran sumamente áridas por el frío y el viento característico del lugar. Las temperaturas en el invierno apenas superaban la barrera de los 0 grados y siempre se tenía la sensación de estar “aislados de todo”. Las condiciones de trabajo eran casi infrahumanas. Desde el principio habían fallecido ocho obreros, además de los numerosos accidentes de trabajo que hubo. La villa no tenía agua caliente y las instalaciones eran insuficientes. Tampoco contaban con condiciones dignas de salubridad ni espacios de recreación. El sueldo no alcanzaba y algunos empleados sufrían el maltrato de los capataces.
El 12 de diciembre de 1969 los trabajadores, en asamblea, eligieron a sus nuevos delegados e iniciaron la primera huelga, que resultó exitosa. Alac, Torres y Olivares fueron elegidos por sus compañeros, y junto al cura obrero Pascual Rodríguez encabezarían la defensa de los derechos de los trabajadores de El Chocón. Iniciado al año siguiente, los flamantes delegados participaron, bajo el mandato de sus compañeros, en el congreso de la CGT de los argentinos organizado en Córdoba. A su vuelta fueron desconocidos y expulsados como delegados por la empresa y por Rodolfo Coria, el secretario general de la UOCRA, representante del llamado “Vandorismo” sindical, quien tuvo siempre una actitud a favor de la empresa y la dictadura. Esta medida daba inicio a una segunda huelga por tiempo indeterminado: “Contra la burocracia sindical, la mejora en nuestras condiciones de vida y de trabajo, y la dictadura de Onganía”.
Cuando la noticia es conocida en Neuquén, tanto el Obispado como las asociaciones gremiales y estudiantiles comienzan a reunir la ayuda que todo el pueblo de Neuquén enviaba a los trabajadores de la obra. Sara Garodnick de Mansilla se convirtió en una de las referentes del comité y, del lado de El Chocón, Ana Eje de Urrutia era la encargada de la olla popular y de recibir parte de la ayuda. Al principio, los camiones con la ayuda entraban a la obra identificados como camiones de la CGT. Pero cuando se intensificó el conflicto la ayuda fue prohibida y tuvo que organizarse la entrega de la solidaridad de forma clandestina, a través de inhóspitos caminos que rodeaban la Villa de El Chocón. En el caso de don Jaime, todos los días visitaba el obrador y la última noche de la segunda huelga se quedó junto a los obreros esperando la llegada de las fuerzas represivas de la dictadura.
En la segunda huelga, a pesar del acorralamiento, los obreros no dieron su brazo a torcer y mantuvieron hasta el final la medida y el respaldo a sus delegados. Finalmente, la madrugada del 15 de marzo de 1970 las fuerzas represivas rodearon el obrador y lo asaltaron. La policía y Gendarmería se dirigieron hacia los delegados y el cura obrero para llevarlos esposados y dejarlos encarcelados. Poco a poco el obrador volvió a ser un lugar de descanso y ocio para los obreros, tras haber funcionado como comando de huelga. La empresa aceptó la mayor parte del pliego de reivindicaciones y la obra volvió a ponerse en funcionamiento hasta su finalización en tiempo y forma. Con el tiempo el Choconazo quedó grabado en el imaginario popular como una postal fundamental de resistencia y solidaridaddel pueblo de Neuquén.

Sede del sindicato La Fraternidad y Unión Ferroviaria

Sede del Comité de Solidaridad de la huelga de El Chocón en la ciudad del Neuquén.

En las primeras décadas del siglo XX –en 1926- se inauguró, en este mismo lugar, la sede del gremio La Fraternidad seccional Neuquén y la Unión Ferroviaria, los gremios de los trabajadores del ferrocarril que había llegado a Neuquén en 1902. La Fraternidad seccional Neuquén es una de las más antiguas del país.
A La Fraternidad pertenecían los maquinistas de las locomotoras, foguistas, ayudantes y aspirantes. La Unión Ferroviaria agrupaba a los demás trabajadores del riel: cambistas, guardas, peones de galpones, mecánicos, electricistas y telegrafistas. Conviviendo con ideas políticas diferentes, muchos de los trabajadores ferroviarios tuvieron una activa participación política, social y comunitaria en nuestra ciudad. Este local fue el centro de reuniones del sindicato por sus reivindicaciones laborales, pero también el lugar de actividades sociales y culturales de la familia ferroviaria. En este lugar funcionaba la Escuela Técnica “Ingeniero Lovadina”, donde se capacitaba al personal de locomotoras y se enseñaba el oficio de maquinista. La Fraternidad y la Unión Ferroviaria compartían la sede que fue escuela de dirigentes y cuna de otros gremios de Neuquén. Aquí se fundaron los gremios de los metalúrgicos, de la construcción, de los ceramistas y varios otros más, así como la CGT de Neuquén. Siempre se apoyó a los trabajadores de otros sindicatos, y algunos fueron impulsados a formarse con el respaldo de los dirigentes ferroviarios. En 1969 se constituyó en este local, y se apoyó, al comité de solidaridad con los trabajadores de la huelga de El Chocón.
Después de la privatización de los ferrocarriles, la sede fue vendida en 1993. En 1995 se sancionó por parte del Concejo Deliberante de la ciudad de Neuquén la Ordenanza Nº 7009, que declaró este edificio Patrimonio Histórico de la ciudad de Neuquén.

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